El abdomen es la parte del cuerpo ubicada entre el pecho y la pelvis. La mayoría de las personas hacen referencia al abdomen en términos generales como el estómago (a pesar de que el estómago es un órgano ubicado dentro del abdomen).
Los calambres estomacales son sumamente dolorosos, pero es posible aliviarlos al tratar la causa subyacente, lo que puedes hacer por tu cuenta en casa. Las posibles causas de los calambres estomacales pueden originarse en tus órganos digestivos, aorta, apéndice, riñones o bazo. También pueden producirse a causa de una infección que se encuentre en cualquier parte de tu cuerpo. Los calambres son algo común en algunas mujeres durante el ciclo menstrual, aunque los ejercicios suelen aliviarlos. La intensidad del dolor no siempre es indicio de algo grave, pues los calambres muy dolorosos pueden producirse a causa del gas que pasa por tu sistema digestivo sin causar daño mientras que las condiciones mortales como el cáncer de colon y las primeras etapas de apendicitis pueden producir un dolor leve o incluso inexistente.
Síntomas
Entre los síntomas que pueden acompañar al dolor abdominal se encuentran los siguientes:
Náuseas
Vómitos
Ardor de estómago (pirosis)
Diarrea
Estreñimiento
Gases
Distensión abdominal
Abdomen en tabla (rigidez de la pared abdominal)
Hemorragias
Fiebre
Síndrome miccional (disuria o polaquiuria, por ejemplo)
Tos, dificultad respiratoria
Mareos
Estrés y nervios
El estómago es un órgano muy sensible al estrés y los cambios emocionales, por ello cualquier episodio de tensión o una situación que nos produzca nervios pueden causar calambres en el estómago. Los problemas familiares, laborales o escolares, las tensiones con un amigo o familiar, una situación muy estresante en nuestro entorno basta para causar este síntomas y otros como los cambios en las deposiciones y la presencia de condiciones gástricas como la gastritis.
En estos casos la recomendación es calmarse e intentar sobrellevar la situación sin alterarnos tanto emocionalmente. Realizar ejercicio cardiovascular frecuente o actividades como el yoga o el pilates pueden ayudar a disminuir notablemente la tensión diaria.
Padecer de estreñimiento
Según los especialistas, una persona padece de estreñimiento cuando realiza sus deposiciones menos de tres veces por semana, aunque también está asociado a trastornos en los que el paciente presenta heces duras y dificultad para evacuar. En la mayor parte de los casos esta condición se debe a una dieta baja en fibra, una baja ingesta de agua, poca actividad física y hábitos inadecuados a la hora de ir al baño caracterizados por la demora al momento de evacuar cuando se presentan las ganas.
La dificultad para ir al baño ocasiona, entre otros síntomas, inflamación, gases y molestias abdominales que pueden ser causantes de calambres estomacales importantes. Es importante realizar las correcciones necesarias para mejorar la frecuencia de las deposiciones, por eso se recomienda:
Tomar al menos 2 litros de agua al día, el líquido es necesario para ablandar y movilizar las heces por nuestro intestino.
Ingerir una dieta rica en fibra con alimentos como los vegetales de hoja verde, las legumbres, las frutas especialmente aquellas con semillas como el kiwi, los arándanos, las fresas, las uvas o las ciruelas o cereales como la avena, el arroz, el pan y la pasta integrales. Estos ingredientes permitirán limpiar el intestino y favorecer un buen ritmo en las deposiciones.
Las deposiciones no deben postergarse. Una vez que sentimos el impulso de ir al baño se debe hacer de inmediato para desarrollar buenos hábitos que nos permitan evacuaciones frecuentes.
Realizar actividad física es muy importante para favorecer el adecuado movimiento del intestino. El sedentarismo favorece notablemente el estreñimiento. Si en cambio siempre has tenido un ritmo de evacuación regular y repentinamente comienzas a padecer estreñimiento sin haber modificado tus hábitos cotidianos, esto podría deberse a trastornos intestinales, problemas con las tiroides, la ingesta de ciertos medicamentos, entre otros. En estos casos se recomienda visitar a un gastroenterólogo.
Remedios para combatir los espasmos estomacales
1. Té negro y limón
La bebida de té negro con limón es un remedio antiinflamatorio y desintoxicante que puede ayudar a mejorar la digestión, reduciendo la recurrencia de los espasmos estomacales.
Estos dos ingredientes ayudan a neutralizar la acidez causada por los jugos gástricos y, por si fuera poco, favorecen la expulsión de los gases.
Ingredientes
½ cucharada de té negro (5 g)
1 taza de agua (250 ml)
1 cucharada de zumo de limón (10 ml)
Preparación
Agrega una cucharadita de té negro en una taza de agua y ponlo a hervir.
De la misma manera, cuando llegue a ebullición, retira la bebida y déjala reposar 10 minutos a temperatura ambiente.
Pasado este tiempo, cuélela y agrégale una cucharada de zumo de limón.
Modo de consumo
Toma la bebida tibia, tan pronto como sientas espasmos.
Repite su ingesta hasta 2 veces al día.
2. Corteza de limón
La alta concentración de fibra dietética y aceites esenciales de la corteza de limón resulta ideal para estimular el alivio de los espasmos y las digestiones lentas. Resulta que su preparación en infusión relaja el estómago y disminuye las molestias causadas por los nervios.
Ingredientes
La corteza de un limón
1 taza de agua (250 ml)
Preparación
Agrega la corteza de limón en una taza de agua y ponla a hervir.
Cuando alcance su punto de ebullición, baja la bebida del fuego, tápala y deja que repose 10 minutos.
Modo de consumo
Ingiere una taza de té de corteza de limón en ayunas, o bien, cuando sientas espasmos.
Tómalo hasta 3 veces al día.
3. Menta y albahaca
Combinando las propiedades digestivas de las hojas de menta con el poder antiespasmódico de la albahaca podemos obtener un remedio eficaz contra los espasmos y la inflamación abdominal. Ambas hierbas mejoran el movimiento intestinal y disminuyen la acumulación de toxinas y gases.
Ingredientes
½ cucharada de menta (5 g)
½ cucharada de albahaca (5 g)
1 taza de agua (250 ml)
Preparación:
Incorpora las hojas de menta y albahaca en una taza de agua.
Pon a hervir la bebida y, una vez llegue a ebullición, tápala y déjala reposar.
Cuando esté apta para el consumo, cuélela.
Modo de consumo
Ingiere una taza de infusión ante la primera señal de espasmos.
Si lo consideras necesario, repite su consumo 2 veces al día.
5. Agua de arroz
El agua de arroz es un remedio natural que ayuda a calmar los espasmos estomacales cuando estas se producen por el exceso de acidez. Sus fibras naturales mejoran la digestión de los alimentos y ayuda a evitar los desequilibrios en la flora bacteriana del intestino.
Ingredientes:
3 cucharadas de arroz (30 g)
1 taza de agua (250 ml)
1 cucharada de miel (25 g)
Preparación:
Agrega las cucharadas de arroz en una taza de agua y ponlas a hervir a fuego bajo.
Cuando la bebida llegue a ebullición, y el arroz esté medio tierno, retírala y déjala reposar a temperatura ambiente.
Cuela el remedio con un colador fino y, enseguida, endúlzalo con una cucharada de miel.
Modo de consumo
Toma una taza de agua de arroz cuando sientas contracciones o espasmos en el estómago.
Repite su ingesta 2 veces al día.
¿Sabias que?
Disminuyendo las bebidas con gas, disminuye considerablemente la posible aparición de calambres abdominales.
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